Cuenta la leyenda…

Cuenta la leyenda que si encuentras y tocas las manitas ¡tendrás muchos hijos!

Manos-Anibal-GonzalezCuatro años han pasado ya desde aquel curso 2009-2010. Los tres autores, Manu Osuna (arquitecto),  Guillermo Plaza (escultor) y yo mismo, Manu Nieto (escultor) fuimos padres a lo largo de la ejecución del monumento y quisimos rendir un pequeño homenaje a nuestros peques. Por cierto una odisea tratar de hacerle un molde de la mano a un bebe de 4 meses.

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Próximo objetivo: Algeciras

Pues ahí vamos, después de mucho tiempo, nos presentamos a otro concurso para un monumento, tal y como está la cosa, el ayuntamiento que se atreva a poner un muñeco en la calle solo puede ser calificado como temerario, pero como esto (creo) no es cosa del consistorio…

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Y voy con mis compañeros habituales en estas lides con nuevas tecnologías, modelado en Zbrush, parametrización para un proceso posterior, etc. Es lo que tiene asociarse con un arquitecto!

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Ya contaré si hemos conseguido algo o todo se queda a las puertas del concurso como otras veces.

Entrevista en Diario de Sevilla

Han pasado ya varias semanas pero el gran periodista y escritor Paco Correal, al que tuve el placer de conocer en la inauguración del monumento a Aníbal Gonzalez tuvo a bien hacerme una entrevista personal para el Diaro de Sevilla. Aunque el titular no me parece el mas adecuado y el entrevistador se lió en algunos conceptos, fue una charla distendida hablando de escultura, de efectos especiales e incluso de mi infancia. Adjunto el link para leerlo in situ y reproduzco el contenido aquí por si acaso desaparece algun día de su ubicación original:

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1056257/senor/calvo/y/con/bigote/termina/pareciendose/aleixandre/o/franco.html

«Un señor calvo y con bigote termina pareciéndose a Aleixandre o a Franco»

Hijo de emigrantes, es uno de los tres autores del monumento a Aníbal González en la Plaza de España. En su faceta audiovisual acaba de recrear una Habana invadida por zombies.

Sus padres, un salmantino y una cordobesa, se conocieron en la emigración. Manuel Nieto (Verviers, Bélgica) fue niño belga, cordobés y después sevillano. Alcanzó la mayoría de edad en la Expo del 92 pero su especialidad es la del 29.

-¿Recuerda su primera visita a la Plaza de España?

-Nos hacíamos fotos en el banco de Córdoba. Recuerdo el parque. Una vez me perdí y le di un buen susto a mi madre. Me encantaba el monte Gurugú.

-¿Cómo surge su vocación?

-Mi abuelo paterno era muy buen dibujante. Mi padre también, aunque trabajaba en la fabricación de componentes para las pistolas del ejército belga. De pequeño me enganché al cómic, al dibujo. Mi padre me compraba los cuadernos de Freixas.

-Es uno de los tres autores de la estatua de Aníbal González. ¿No le interesó la Arquitectura?

-Siempre me gustó y tuve la ilusión de hacer la carrera de Arquitecto, pero era muy malo para las Matemáticas y la Física.

-¿Es escultor a tiempo parcial?

-Trabajé de grafista y mezclador en televisión, después me dediqué a la museología y ahora soy director de arte de efectos especiales. Acabamos de terminar una película, Juan de los muertos, que dirige el cubano Alejandro Brugués. He hecho la simulación de una Habana en ruinas y apocalíptica, porque cuenta el apocalipsis de los zombies.

-¿Se llevan bien una actividad estática como la escultura y otra dinámica como la audiovisual?

-La síntesis es la escultura digital. A todo escultor le gusta tocar los materiales, el barro, la resina, el mármol, la escayola, pero la técnica digital te facilita las cosas. La cabeza y el cuerpo de Aníbal González los hicimos por separado y los ensamblamos por ordenador.

-En el corazón del clasicismo…

-Hemos utilizado una técnica, la saca de puntos, que es geometría pura y ya la utilizaban los egipcios. Se trata de hacer dos cajas, una para la pieza original, otra en proporción para la copia.

-¿Y el sombrero?

-Era del abuelo de mi mujer. La ventaja de trabajar a cuatro manos con Guillermo, mi socio, es que nos probábamos el abrigo y el sombrero, uno modelo del otro.

-A falta del original…

-Nos ayudó mucho Aníbal González, el nieto dentista del arquitecto. Nos dejó algunas fotos, dice que su padre tenía los mismos rasgos que su abuelo.Y nos hizo sugerencias para la mandíbula, los labios y la dentadura.

-El boceto de la cabeza se parece mucho al de Vicente Aleixandre en los jardines Cristina…

-Nos lo han dicho. Con esa composición de señor de cierta edad, calvo y sin bigote, terminan pareciéndose a Aleixandre o a Franco. En fases del proyecto, decías: si se parece a Franco de mayor.

-En su tarjeta profesional consta como Titus Magnificus…

-El nombre me lo sugirió un sketch de La vida de Brian. El personaje era para un proyecto de marionetas que al final no salió, pero me lo quedé como tarjeta de presentación, mi heterónimo.

-Después de esculpir a Aníbal González, ¿no le gustaría hacer el monumento de Pellón, el comisario de la Exposición del 92?

-No recuerdo su cara, recuerdo su nombre. Yo cumplí 18 años en la Expo. Los recuerdos que tengo son de la noche. Los conciertos, los bares, pabellones vi pocos.

-¿Conserva familia en Bélgica?

-Algunos primos de mi madre que se fueron antes se quedaron allí. Sus hijos ya son belgas.

-¿Quién inspira más temor allí, el duque de Alba o Alatriste?

-Alatriste me gusta mucho. He leído casi todas las novelas. Los belgas tienen sus propios problemas. Tal como está el país, no les preocupa mucho la historia. Esa leyenda, si existe, es más propia de los holandeses.

-Bélgica eliminó a España en el Mundial de México 86 y España se vengó en el de Italia 90. ¿Con quién iba usted?

-En el primero de esos partidos tenía 12 años, media vida en cada país, pero no tenía mucho espíritu belga. Soy un sevillano un poco raro. No me gusta la Semana Santa ni la Feria ni el fútbol. Tengo poco tema de conversación en un entorno habitual. Todos mis amigos son de ese corte. En imaginería sólo hice una incursión, la cabeza de un Cristo para unos alumnos de Modelado. Y una copia de un Cautivo de Castillo Lastrucci que me pidió un cofrade.

-¿Han tapado la estatua para el rodaje de la película El dictador?

-No ha hecho falta. La peana les vino muy bien para los planos.

-¿Qué es lo que más le gusta del monumento?

-Lo que no se ve. Ganamos el concurso y Aníbal vino con un pan debajo del brazo. Haciendo el proyecto, los tres autores fuimos padres. Modelamos en barro las manitas de los tres niños -Guillermo, Irene, Alejandra- y dejamos sus huellas en los bajos del abrigo.

Monumento a Aníbal González Álvarez-Ossorio (el remake)

Ahora si, si no ocurre una catástrofe natural, nuevas inclemencias meteorológicas, o el mismo homenajeado se levanta de su tumba. Mañana se inaugurará el Monumento al arquitecto Aníbal González Álvarez-Ossorio que por cierto está instalado ya en su ubicación definitiva desde el miércoles pasado. Como hubo zafarrancho improvisado para la fallida inauguración de la semana pasada, la colocación estaba prevista y no pudimos ni quisimos cancelarlo así que procedimos a su instalación.

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Será a las 20:30horas en la Plaza de España de Sevilla, contaremos con la presencia de la numerosa familia del arquitecto, el alcalde saliente y puede que el entrante, orquesta sinfónica y por supuesto la familia y amigos de los tres orgullosos autores. Os esperamos.

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Monumento a Aníbal González Álvarez-Ossorio

Finalmente, después de mucho sufrir y muchos avatares político-administrativos, un año y medio de trabajo tiene sus frutos. Este jueves 19 de Mayo a las 20:30h en la Plaza de España de Sevilla, se inaugura el Monumento a Aníbal González Álvarez-Ossorio, insigne arquitecto y sevillano querido del que soy coautor.

Por supuesto la entrada es gratuita y esperamos tomarnos unas copas con todo el que asista.

EDITADO: Se pospone por causas meteorológicas hasta nuevo aviso (probablemente la semana que viene)

El hombre del río

Era una apacible mañana de abril del 2006. Los cordobeses se levantaron como cualquier día para sus quehaceres diarios pero algo había cambiado en su río.  Junto al puente de Miraflores, un nuevo habitante, la escultura de un gigantesco hombre sonriente bañandose plácidamente en el Guadalquivir.  Había aparecido allí de la noche a la mañana y nadie sabía de donde había salido.

La idea provenía de dos jóvenes escultores locales, Rafael Cornejo y Francisco Marcos que habían realizado la pieza y la habían colocado durante la noche sin permiso de las autoridades. Pretendían aportar su granito de arena a la candidatura de Córdoba para la «Capitalidad Cultural de Europa» en el 2016. La pieza estaba realizada en poliestireno expandido, dividida en tres partes  (dos piernas y busto) unidas por una estructura metálica que quedaba sumergida bajo el agua.  Fue transportada a las 2 de la madrugada y el ensamblaje a orillas del río Guadalquivir duró tres horas. Una vez montada procedieron a colocarla en su emplazamiento final, pero durante el proceso uno de los colaboradores cayó al río y como consecuencia uno de los dos anclajes no pudo ser colocado. El resultado fue que la escultura flotante giraba sobre su ancla a merced de la dirección de la corriente dándole una inesperada y atractiva cualidad por la que cada día aparecía mirando hacia un lugar distinto.

La dicha duró poco porque al cabo de una semana y mientras los políticos se rasgaban las vestiduras y los cordobeses decidían si les gustaba o no su nuevo monumento, el anclaje de la pieza cedió y fue arrastrada por la corriente. Apareció bastante deteriorada cerca del Molino de Martos.

Ocho meses después, y tras el clamor popular que había acogido con mucho cariño la propuesta, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ayuntamiento de Córdoba dieron su visto bueno y el hombre del río (reconstruido en resina de poliester) volvió a bañarse esta vez a plena luz del día y bajo la atenta mirada de miles de cordobeses, alcaldesa incluida. Fue la mañana del 8 de Enero del 2007:

Pero la historia no acaba aquí. Diez meses después, el 8 de Enero de 2007, tras una fuerte crecida del Guadalquivir, la cadena de 12 metros que la unía al lastre de 2 toneladas se rompió y volvió a ser arrastrada por la corriente siendo recuperada por los bomberos sólo parcialmente. Los escultores se comprometieron entonces a estudiar con más detenimiento la ingeniería de la propuesta y el Ayuntamiento se ofreció a sufragar una nueva reconstrucción. Han pasado más de tres años y a día de hoy el hombre sonriente no ha vuelto a bañarse en las cálidas aguas del Guadalquivir.

Los autores: Rafael Cornejo y Francisco Marcos. Foto:Francisco González para diario Córdoba.

El Hombre del río en Wikipedia

El Hombre del río en Cordobapedia